La inclusión, en el centro de la economía circular


En un contexto laboral complicado para muchos negocios y trabajadores, existen organizaciones y empresas en España que, además de reconvertir los residuos en materias primas, fomentan la inclusión social al contratar y formar a personas con discapacidad y a jóvenes en situación de vulnerabilidad.
El 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Este año el tema propuesto por Naciones Unidas es “Liderazgo y participación de las personas con discapacidad en la construcción de un mundo pos-Covid inclusivo, accesible y sostenible”. Entidades o centros especiales como los siguientes buscan que su modelo de economía circular sume a todos los grupos sociales para lograr una transformación medioambiental más inclusiva.
Daniel-Aníbal García, secretario de Finanzas de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), alerta de la importancia de no dejar a nadie fuera de este nuevo modelo productivo. “Hay que incorporar a estos colectivos desde el principio. Si no estamos presentes en esta nueva economía, la brecha existente entre las personas con discapacidad y el resto se va a ampliar”, asegura. “A las personas con discapacidad se las encasilla en actividades de poco valor añadido, que no dejan de ser productivas y muy dignas, pero hay que pensar que pueden ocupar cualquier puesto en una empresa, desde el dueño para abajo”.
