El Parlamento Europeo aprobó, el 12 de julio 2023, la Ley de Restauración de la Naturaleza; un marco normativo que ha sido objeto de tensos debates que retrasaron esta iniciativa por más de un año. Uno de los elementos que han inclinado la balanza a favor de su aprobación ha sido la carta que más de 80 CEOs y ejecutivos de empresas enviaron a la Unión Europea (UE) instándole a apoyar y fortalecer esta legislación. Tal iniciativa constituye un reconocimiento a la importancia de la salud del medio ambiente para el éxito económico a largo plazo.
En línea con la Estrategia de Biodiversidad 2030 y el Pacto Verde Europeo, dicha legislación busca hacer frente a la degradación ambiental y al ritmo alarmante de pérdida de biodiversidad en la región, fomentando la regeneración de los ecosistemas naturales.
Se estima que el 80% de los hábitats naturales europeos están en mal estado y un 70% de los suelos degradados, provocando una pérdida sin precedentes de la variedad y cantidad de animales y plantas.
Antes de continuar nos gustaría precisar qué se entiende por RESTAURACIÓN. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza[1], restaurar es apoyar la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido. El objetivo es regenerar la estructura, función y dinámica original del ecosistema, permitiendo la recuperación de su biodiversidad, interacciones ecológicas y servicios ecosistémicos.
Principales medidas que contempla la nueva ley:
- Propone un plan para mejorar y restablecer al menos el 20% de la superficie terrestre y marina degradada para 2030, con objetivos más ambiciosos para 2040 y 2050.
- Uno de los aspectos más controvertidos se enfoca en la recuperación de ecosistemas marinos, como las praderas y fondos marinos, y restaurar los hábitats para especies autóctonas, como delfines, tiburones y aves marinas.
- Se busca no sólo proteger los bosques sino también mejorar la conectividad forestal, gestionar de forma más eficiente la madera, aumentar la abundancia de aves y las reservas de carbono orgánico en los bosques europeos, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
- Plantea restaurar suelos degradados por la agricultura, promoviendo prácticas agrícolas más sostenibles y preservando la salud de los suelos. Se aspira a restaurar el 30% de las turberas drenadas por los cultivos para 2030 y alcanzar el 70% para 2050.
- Prohíbe recortar el espacio verde y promueve el aumento de vegetación en las ciudades al menos un 3% para 2040 y un 5% en 2050. Esto contribuirá a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y aumentar la resiliencia urbana frente a los efectos del cambio climático.
- Aspira revertir el declive de los insectos, como abejas y mariposas, cruciales para la polinización y la salud de los ecosistemas naturales. Se proponen medidas específicas para conservar los hábitats de estos polinizadores para 2030.
- Destaca la necesidad de que los países rindan cuentas de sus progresos en la aplicación de las medidas acordadas. Proponiendo un mecanismo de control para evaluar los progresos en esta materia.
Implicaciones para el tejido empresarial europeo:
Desde los partidos conservadores se ha venido alertando sobre el efecto que tendrían sobre la industria agrícola y pesquera los cambios en la agricultura y la pesca, impulsados por la necesidad de restaurar suelos agrícolas y proteger hábitats marinos.
No obstante, otros consideran que esta ley crea oportunidades de innovación en ese ámbito, así como para el surgimiento o consolidación de empresas especializadas en soluciones y tecnologías sostenibles que contribuyan a la restauración y protección del medio ambiente; emprendimientos verdes que tengan en cuenta la biodiversidad y los ecosistemas en sus modelos de negocio, y sobre todo aquellos que logren cerrar esa brecha entre progreso e impacto negativo al entorno natural y social.
Las empresas que lideren en innovación ambiental y sostenibilidad pueden ganar ventaja competitiva y mejorar su reputación en el mercado; mientras las demás deberán adaptarse a las nuevas regulaciones ambientales y cumplir con los objetivos de restauración establecidos para evitar enfrentar sanciones o restricciones en sus operaciones. El Foro Económico Mundial estima que los modelos comerciales que buscan revertir la pérdida de la naturaleza podrían ofrecer oportunidades para nuevos productos y servicios por valor de $10 billones al año.
En síntesis, la Ley de Restauración de la Naturaleza busca devolver la salud y la vitalidad a los hábitats degradados y facilitar las condiciones de vida para la biodiversidad. Si tales objetivos se alcanzan, brindará numerosos beneficios. Entre ellos, asegurar los recursos que la naturaleza nos provee gratuitamente, así como servicios de purificación del agua y el aire, polinización y mucho más.
Todo esto podría contribuir también a reducir el impacto del cambio climático y aumentar la resiliencia frente a desafíos ambientales. Para su éxito, requerirá la colaboración entre el sector público y privado, así como la concienciación de la ciudadanía. La acción a la escala y velocidad necesarias solo puede tener lugar si es respaldada por políticas y regulaciones ambientales ambiciosas que transformen nuestros sistemas económicos, fiscales y legislativos.
Nuestra prosperidad y bienestar están ligados a la salud y vitalidad de nuestro planeta; y es importante aprender a hacer negocios desde otra perspectiva. Como dice la comunicación de los CEOs de empresas que han instado a la aprobación de la ley, de ello depende el éxito económico a largo plazo. 🌿🌏
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[1] (UICN, 2004)
